El caso del Gobernador disfuncional del
Estado Libre y Soberano de Nuevo León
Salvador González Ramírez.
He leído varios periódicos del norte del país y me resulta muy ofensivo el hecho de que en Doctor Arroyo, N.L. los campesinos estén cazando ratas de campo para sobrevivir, y en este mismo Estado Industrial y poderoso exista un Gobernador que gasta del erario 3.2 millones de pesos diarios en promoción política personal.
Ahora veamos qué se pudiera hacer con estos 3.2 millones de pesos diarios de gasto inútil:
- Pudiéramos invertirlo en surtirles en mandado a 4,572 familias.
- Pudiéramos comprarle 32 automóviles a obreros para que acudan a su trabajo.
- Pudiéramos construir una clínica diariamente en zonas rurales.
- Pudiéramos darle de comer a todo DR. Arroyo y Mier y Noriega todos los días.
Muchas actividades pudiésemos financiar con ese dinero.
Yo acuso a Rodrigo Medina de traicionar precisamente las tesis conceptuales de su propio partido político. Yo acuso a Rodrigo Medina de inconciente y debo advertirle que se presentan ya los síntomas propios de una revolución que puede derramar sangre, que recuerde Rodrigo como terminaron los burgueses cuando el pueblo francés tomó La Bastilla, que recuerde este Junior que su cabeza puede terminar en la punta de una bayoneta. Ofende tanto maldito despilfarro en un mediocre producto típico de nuestra folklórica política. |